Si se observa atentamente a Logan, se le puede ver golpeándose rápidamente las orejas unos segundos antes de que se emita un anuncio por los altavoces. Un miembro de Vaya Health con un discapacidad intelectual o del desarrollo (DID)Logan comparte su amor por el vuelo con los demás como primer miembro de la tripulación de bienvenida de AVL en el Aeropuerto Regional de Asheville.
"Está muy en sintonía con los sonidos que le rodean y se anticipa a los anuncios antes de que los oigamos", dice su madre, Juliette. "Es su entretenimiento mientras espera a que lleguen los pasajeros".
La primera vez que Logan voló en avión tenía unos 10 meses. Ahora, a sus 20 años, su amor por los aviones se ha convertido en una pasión. La suya es una de las primeras caras de bienvenida que ven los pasajeros al salir del avión y entrar en el aeropuerto.
Bienvenido a Asheville

El trabajo voluntario de Logan comenzó en julio de 2021 y le permite interactuar con todos los pasajeros que llegan a Asheville. Su pequeño quiosco está situado en la puerta de entrada al vestíbulo principal del aeropuerto, donde da la bienvenida a los pasajeros que se dirigen a la zona de recogida de equipajes y a la salida.
En su quiosco hay una pila de instrucciones de aviones de papel para repartir a los niños pequeños, y dirige a los huéspedes a los aseos o responde a otras preguntas comunes. Además de saludar, también ayuda a devolver las sillas de ruedas a las compañías aéreas correctas y pronto rellenará algunos de los estantes de folletos del vestíbulo.
A medida que sus capacidades y su nivel de comodidad han ido aumentando en el último año, también lo han hecho su independencia y su confianza. Si alguien le hace una pregunta de la que no sabe la respuesta, hace un gesto a su madre, Juliette, para que intervenga y le ayude. Pero ese camino desde su silla hasta el quiosco se ha ido haciendo cada vez más largo a medida que Logan perfeccionaba sus habilidades.
Oportunidades crecientes
Cuando Logan empezó, Juliette se sentó en una silla a su lado. Cuando asumió más responsabilidades, Juliette se trasladó a los asientos de la sala de espera y poco a poco ha ido retrocediendo fila a fila para darle más independencia. También está aprendiendo a enfrentarse a los cambios. Hay un pianista voluntario que a veces está de servicio al mismo tiempo que Logan. Y con tanta gente pasando, no se sabe qué puede pasar durante su turno.
"Puede ser un poco difícil cuando hay ruido de fondo, pero se le está dando bien", dice Juliette. "Siempre habrá algo de imprevisibilidad y distracciones, pero todo esto son oportunidades de crecimiento para él".
Con esas crecientes oportunidades llega algo aún más importante para Logan: la inclusión. Es uno más del equipo. Lleva una camiseta de AVL Welcome Crew, tiene un distintivo similar al de los demás empleados, dispone de su propia zona en la sala de descanso para guardar sus cosas y ahora incluso tiene una plaza de aparcamiento en la zona de personal.
Hacer realidad una visión
Durante su infancia, los padres de Logan le llevaban a menudo a la plataforma de estacionamiento para que pudiera ver despegar y aterrizar a los aviones. Logan encontró una aplicación en su teléfono que le permitía ver cuándo llegaban los vuelos y escuchar cómo las torres de control se comunicaban con los pilotos. Con esa información, sabía en qué dirección iban a llegar.
Juliette sabía que tenía que haber alguna forma de que Logan se involucrara más allá de la simple observación. Se le ocurrió la idea del puesto de recepcionista como algo de lo que él pudiera ocuparse por sí solo y seguir inmerso en el mundo de los aviones.
"Tuvimos una visión y nos acercamos a la persona adecuada", dice Juliette. "Nunca se sabe si no se pregunta".
La persona adecuada era David King, supervisor de ventas y servicios al cliente del Aeropuerto Regional de Asheville. A David le encantó la idea y creó el AVL Welcome Crew, con su propio quiosco Logan. Y se alegra de haberlo hecho.
"Estamos muy contentos de que esté aquí. Recibimos muchos elogios de los inquilinos e incluso de los pasajeros", dice David. "Es increíble ver cómo Logan mejora sus habilidades verbales y desarrolla sus habilidades sociales con nuestro equipo aquí en AVL. Nos entusiasma crecer con él en el futuro".
Orden y conexiones
Logan también está contento de estar allí. Le encanta todo lo relacionado con los vuelos, desde volar él mismo (algo que su familia hace casi todos los años) hasta la organización que los rodea. Le encantan el orden y los horarios en su vida, y los vuelos se los proporcionan.
"Toda su vida gira en torno a los horarios, y yo siempre he creado un horario para él", dice Juliette. "Le gusta la coherencia y la previsibilidad. Cuando estás en un aeropuerto, hay mucho de eso a tu alrededor".
Pero estar en el aeropuerto como miembro de la tripulación es mucho más que cumplir horarios. Para Logan, es una forma de relacionarse con los demás. Los agentes de la TSA le conocen por su nombre y Logan se asegura de saludarles a su paso. Uno de sus objetivos es establecer esas relaciones.
"A pesar de lo callado que es Logan porque no tiene muchas habilidades comunicativas, sigue siendo muy sociable. Es sociable en su corazón y en su mente, y le gusta establecer esas conexiones con la gente de la mejor manera que puede", dice Juliette.